Escuela: Escuela Nacional de Medicina y Homeopatia
Gupo:IPM3
Profesor:Daniel Candelas
Equipo: "The master of embryology"
Integrantes:
- Fuentes Rangel Samara
- Contreras Nava Yeimi Guadalupe
- Rodriguez Ibañez Erika
- Granados Jimenez Jessica Yazmin
- Hernandez Romero Leonardo
- Orozco Herrera Alexis
- Cardenas Camacho Miguel Angel
Introducción
Gametogenesis
Se denomina gametogénesis a la formación de células
sexuales o gametas. Se realiza por medio de la meiosis, forma de reproducción
sexual de organismos superiores. La producción de gametas se hace a partir de
células germinales que en su núcleo portan el número de cromosomas propio de
cada especie, con lo cual son diploides. Luego de las dos divisiones de la
meiosis se obtienen células sexuales haploides, es decir, con la mitad de la
dotación de cromosomas. La gametogénesis se divide en espermatogénesis, que es
la producción de espermatozoides y en ovogénesis, la producción de óvulos.
El desarrollo del ser humano se inicia con la fecundación, por medio de la cual se unen la gameta masculina con la gameta femenina. Para que este fenómeno se produzca, las células sexuales deben experimentar una serie de cambios que forman parte de la gametogénesis através de la cual se convierten en gametas maduras.
Tanto
el espermatozoide como el óvulo son células altamente especializadas, que
contienen la mitad (número haploide = 1n) de cromosomas de la especie. Este, en
cambio, está presente en las células somáticas (número diploide = 2n). El
número de juegos de cromosomas (n) se reduce durante la gametogénesis, por
medio de un tipo especial de división de células que se conocen como meiosis.
Las
primeras células precursoras de las gametas son las células germinales
primitivas o gonocitos, que aparecen tempranamente (final de la 3ra semana) en
el desarrollo embrionario del ser humano, fuera del esbozo de las glándulas
sexuales o gónadas, para luego migrar hacia ellas y colonizarlas.
Una
vez que las células geminales primitivas arriban a las gónadas, comienzan a
proliferar rápidamente por mitosis, alcanzando un número considerable.
Existen diferencias entre el patrón de proliferación de las células sexuales de
la mujer con respecto a las del varón. En el ovario embrionario, las células
sexuales aumentan a varios millones entre el 2do y el 3er mes de vida
intrauterina, para luego decrecer progresivamente a través de una degeneración
natural, hasta la menopausia. En cambio, las células sexuales masculinas que
también proliferan en el testículo embrionario, mantienen la capacidad de
dividirse durante toda la vida, experimentando oleadas periódicas de actividad
mitótica en la pubertad.
Espermatogénesis
Las
espermatogonias primitivas dan origen a las espermatogonias B las cuales entran
en mitosis y se transforman en espermatocitos primarios que se dividen ahora
por meiosis. Al terminar la meiosis I los espermatocitos primarios se
transforman en espermatocitos secundarios con fórmula cromosómica 23 X y 23 Y.
Después
de 24 días, los espermatocitos secundarios entran en meiosis II dando
origen a dos espermátides. Este proceso dura aprox. 8 horas. Cada una de las
espermátides entra en un proceso de diferenciación denominado espermiogénesis
durante el cual sufrirán una serie de cambios que las transformarán
en espermatozoides haploides y monovalentes.
Morfologia del espermatozoide
Espermatozoides normales
- Cabeza: ha de
ser de forma ovalada con un contorno regular, de una longitud de 4.0 a 5.0
micrometros y de 2.5 a 3.5 de ancho.
La relación largo ancho debe ser de 1.5 a 1.75. El test de Papanicolau nos da estos límites para considerar normal una cabeza con un 95% de fiabilidad. La región acrosómica ha de estar bien definida y ocupar la parte apical de la cabeza en un 40-70% del volumen, mientras que las vacuolas no deben ocupar más del 20% del área de la cabeza.
- Cuello o pieza media: ha de medir en torno a 1.5 veces la longitud de la cabeza, 1 micra de grosor y encontrarse unida a ella por su zona axial (extremo contrario a la zona acrosómica). Es importante que sea simétrica y lineal con respecto a la inserción de la cola.
- Cola: mide aproximadamente de 45 a 50 micras de longitud, ha de ser recta, uniforme y algo más fina que la parte media. La longitud total del espermatozoide por tanto ha de ser de 50 a 60 micras.
Alteraciones morfologicas
A nivel de la cabeza
Alteraciones
numéricas:
Espermatozoides sin cabeza y por lo tanto sin material
genético.
Espermatozoides bicéfalos y con un solo flagelo.
Alteraciones en la
forma:
Espermatozoides con cabeza alargada.
Espermatozoides con cabezas redondas (aspecto esférico)
A nivel de la pieza de conexión:
Espermatozoides con implantación axial anómala del flagelo
en donde la fosa de implantación forma
un ángulo de 45° y 90°.
A nivel de la cola o flagelo:
Alteraciones numéricas:
Espermatozoides sin flagelo.
Espermatozoides con flagelos múltiples.
Alteraciones en la
forma
Espermatozoides con pieza intermedia marcadamente engrosada.
Espermatozoides con gota citoplasmática.
Espermatozoides con enrollamiento total de la cola.
Espermatozoides con enrollamiento parcial.
Espermatozoides con flagelos truncados.
Motilidad Espermatica
La motilidad normal de los espermatozoides existe cuando aproximadamente
el 50% de ellos pueden moverse a través
del moco cervical hasta llegar al óvulo. La baja motilidad de espermatozoides
es un trastorno en el que la capacidad de los espermatozoides para nadar hacia
el óvulo y penetrarlo está reducida.
Viabilidad espermática
Se evalúan los espermatozoides vivos. Se homogeniza la muestra y se
colocan 5 µ L de semen y 5 µ L de eosina Y. Se evalúan 200
espermatozoides con un objetivo de 400x, en los campos centrales, los
espermatozoides no teñidos (vivos) y espermatozoides teñidos (muertos).
El resultado se expresa en porcentaje.
Viscosidad de la muestra de semen
Se refiere a la consistencia del semen. Se evalúa
tomado el semen con una pipeta de transferencia y dejándola caer en el
tubo cónico. Una viscosidad disminuida se observa cuando la gota de
semen cae con rapidez y una viscosidad aumentada es cuando la muestra
presenta filancia. Estas muestras presentan alto contenido de mucus .
Azoosperma
La azoospermia es la ausencia de espermatozoides en el semen del hombre y afecta a entre 10 y 15 por ciento de los hombres con problemas de fertilidad. Esta condición se clasifica en:
Azoospermia obstructiva.- En el 40 por ciento de los casos los espermatozoides se producen pero no pueden mezclarse con el resto de los fluidos eyaculatorios debido al bloqueo o ausencia de los conductos espermáticos
Azoospermia no obstructiva o secretora.- Los testículos producen pocos o ningún espermatozoide
Oligospermia
La oligospermia hace referencia a una baja cantidad de
espermatozoides en el semen eyaculado. Se trata de una alteración
seminal caracterizada por una concentración disminuida de
espermatozoides, lo cual puede dificultar o incluso imposibilitar
conseguir el embarazo de forma natural.
Esta enfermedad también es conocida como oligozoospermia,
para que se ocasione es necesario que los valores de concentración
espermática se sitúen por debajo de 15 millones de espermatozoides por
mililitro. La definición puede resultar polémica, puesto que
anteriormente se consideraba oligospermia, en valores por debajo de 20
millones de espermatozoides por mililitro.
La cantidad de 15 millones de espermatozoides por mililitro
se toma como referencia desde que en 2010 la Organización Mundial de la
Salud modificara los valores de parámetros seminales de lo considerado
como normospermia, es decir, valores mínimos de calidad seminal.
Teratozospermia
La teratozoospermia o teratospermia es el aumento de espermatozoides anormales en el semen del hombre.
Ésta se diagnostica cuando los espermatozoides con morfología anómala
superan el 85 % y compromete la fertilidad debido a que la mayoría de
los espermatozoides anormales son incapaces de desplazarse hasta el
óvulo y penetrarlo.
Muestras
10x
40x
10X (Azul de Metileno)
40x (Azul de Metileno)
Practicas
Videos
Bibliografia
- ARTEAGA, S, M. (2013) Embriología Humana y biología del desarrollo. Panamericana: México
- Keith Moore Embriología humana